AL FILO DE LAS NOTICIAS.-Esta historia que comienza hoy, representa la número 2,330 de todas estas crónicas que publicamos con el título de “Béisbol de Ayer” y que en realidad viene siendo la vida de los peloteros dominicanos, sus actuaciones y todo lo relacionado con la disciplina del béisbol (la pelota).
Ya hemos escrito de casi todos los grandes beisbolistas y esperamos continuar en esta tarea hasta que Dios así lo permita. Nos hemos dedicado, en esta columna, a escribir solamente de los players dominicanos, todos los días aparecen más figuras, pero únicamente escogemos los que ya han terminado de jugar, que no están activos.
En esta ocasión vamos a tratar de escribir de Nelson Augusto Norman, el cual nació en San Pedro de Macorís, en fecha 23 de mayo de 1958. En sus comienzos, el oriental medía de estatura 6 pies y 2 pulgadas y su peso era de 160 libras. Norman era un infielder con unas manos prodigiosas, que llamaba la atención del público en general y naturalmente de los managers, escuchas, entrenadores y directivos. La posición que siempre ocupaba era la de torpedero, el short. Tenía un gran desplazamiento cuando realizaba sus jugadas y hacía galas de su trabajo.
Podemos señalar que nuestro personaje de hoy poseía unos reflejos formidables, pero su ofensiva fue siempre discreta, aun cuando bateaba con las dos manos, siendo derecho de nacimiento.
Estaba considerado un jugador inteligente, sabía colocarse en la posición correcta por donde presumía que el bateador chocaría la esférica y eso le dio grandes beneficios.
Después de haberse distinguido en la llamada pelota de aficionados, fue firmado para la organización de los Piratas de “Pittsburgh”, en la Liga Nacional, en 1975, y por ende pasó a las Águilas Cibaeñas, que tenían convenio de trabajo con los Bucaneros, y allí en el Cibao debutó en la campaña 76-77.
BY Cuqui Córdova