AL FILO DE LAS NOTICIAS
SANTO DOMINGO. Hace dos meses, a principios de mayo, Leonardo Matos Berrido aseguraba que todavía tenía “el ánimo bien alto y la disposición de continuar brindado lo mejor” a la Liga de Béisbol (Lidom) y “algunos proyectos de mejorías”, le ilusionaban con extender a casi tres décadas su permanencia como jefe máximo del evento de entretenimiento que más personas convoca cada año.
En público, tenía el apoyo de los cuatro equipos de las provincias, pero los dos de la capital se resistían y aseguraban haber convencido a un tercero con lo que trancaban el juego. Matos entendió que había terminado la época en la que era aclamado al unísono y que la intransigencia que comenzó a sentir en 2015 había llegado a terreno incontrolable.
“Mi decisión la tomé hace tiempo de no seguir. Siempre ponía como condición que fuera unánime, esta vez dije que aunque hubiera unanimidad no iba a seguir. Todo lo que comienza termina, son casi 30 años que tenía ahí, ya era tiempo”, dijo Matos, rompiendo el hermetismo que mantenía desde que el 26 de junio enviara una carta de despedida a los equipos.
Y lo hizo en el acto en el que se homenajeó a José Manuel “Pepe” Busto, ex presidente del Licey y a quien estará dedicado el próximo campeonato. Esa decisión, además de quitar la sanción de 10 partidos al ex dirigente azul Lino Rivera para comenzar la campaña con las Águilas habría caído mal en la oficina azul, lo que revivió la campaña en contra de Matos que terminó agotando su paciencia.
Su salida abrió el camino a la llegada el martes de Vitelio Mejía, un abogado, ex director de Migración (1992-96) y simpatizante del Escogido, quien fue visto como su eventual sustituto desde 2011 y que nunca se puso de perfil cuando lo señalaban como heredero. Una figura que no deja del todo satisfechos a los equipos cibaeños y del Este, que en un segundo plano ven el movimiento como una imposición de la capital.
“Dejo muchas cosas pendientes porque cada día los organismos ameritan revisión, tienen nuevos retos, nuevas cosas que motorizar, ejecución de nuevas medidas, pero estoy conforme con mi labor en virtud de que fueron tomadas y ejecutadas en un marco de armonía y consenso con los actores principales en cada caso”, señaló Matos Berrido.
Con más de 80 años, Matos se ocupará en lo adelante de reactivar su carrera política y de asesoría legal a empresas. “No sabía que yo lo había hecho tan bien, la manera como me despidieron y me hablaron algunos directivos me llena de satisfacción”, dijo Matos, quien termina sus funciones el próximo lunes y no asistirá a la asamblea del día siguiente.
De su lado, Mejía no quiso hablar sobre el tema de las elecciones y pidió esperar que termine el proceso para hacer sus pronunciamientos.
El martes, Samir Rizek dejó entrever que tenía un candidato ajeno a los equipos o la liga, mientras que ayer corrió la versión de que la candidatura de Mejía no estaba garantizada. Sin embargo, fuentes consultadas por DL entre los equipos la rechazaron e indicaron que es el único candidato en un proceso que promete transformar la estructura de la entidad.

