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SANTIAGO. – En la ciudad de Santiago de los Caballeros, las carreras de motores clandestinas en las principales avenidas sigue siendo un problema persistente, a pesar de los llamados y advertencias hechas por las autoridades.
A lo largo de los años, estas carreras ilegales se han convertido en una peligrosa actividad nocturna, que no solo amenaza la seguridad de los participantes, sino también la de los ciudadanos que circulan por las vías públicas.
El problema no es nuevo, y las autoridades han intentado tomar medidas para combatirlo. En el 2020, el Ministerio de Interior y Policía, la Dirección General de Seguridad de Tránsito y Transporte Terrestre (DIGESETT) y el Instituto Nacional de Tránsito y Transporte Terrestre (INTRANT) implementaron un plan para combatir las carreras clandestinas. Sin embargo, los resultados obtenidos hasta ahora no han sido satisfactorios.
El problema de las carreras clandestinas de motores es particularmente grave en las principales avenidas de la ciudad, donde los jóvenes se reúnen en grandes grupos para competir en carreras ilegales. Estas carreras se realizan en la noche, cuando las calles están menos transitadas, y a menudo se acompañan de maniobras peligrosas. Además, los participantes no suelen llevar el equipo de protección adecuado, lo que aumenta el riesgo de lesiones graves o incluso de muerte.
A pesar de los riesgos y de los llamados de las autoridades, muchos jóvenes encajan en estas carreras ilegales. Para algunos, se trata de una forma de diversión y adrenalina; para otros, de una oportunidad para demostrar su habilidad y destreza en la conducción de motocicletas. Mientras que, para los organizadores también representa un forma de ganar dinero, ya que cada carrera de estas está acompañada de apuestas con altas sumas de dinero.
Las autoridades locales han tratado de frenar las carreras clandestinas de diversas maneras, desde operativos policiales hasta campañas de concientización y educación. Sin embargo, la persistencia del problema sugiere que aún queda mucho por hacer.
La falta de medidas efectivas y la impunidad con que los participantes siguen realizando estas carreras es una muestra de la falta de compromiso y capacidad de las autoridades para hacer cumplir la ley y garantizar la seguridad de la ciudadanía.
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