BOSTON. Los Medias Rojas de Boston expulsaron de por vida de Fenway Park a un aficionado que empleó un insulto racista, en un incidente separado de los insultos dirigidos la noche anterior al jardinero de los Orioles de Baltimore Adam Jones.
“Estoy aquí para enviar un mensaje alto y claro sobre que el comportamiento, el lenguaje, el tratamiento de otras personas sobre el que han oído hablar y del que han leído no es aceptable”, afirmó el presidente de los Medias Rojas, Sam Kennedy, en una declaración improvisada a la prensa durante el juego del miércoles.
“Tenemos que reconocer que esto existe en nuestra cultura”, dijo Kennedy. “No es descriptivo de Boston… es un puñado de personas ignorantes e intolerantes”.
El estadio de Boston presenció otro incidente racista la noche siguiente a que Jones, que es negro, dijera que le habían gritado un epíteto racista desde las gradas en el juego del lunes.
Calvin Hennick, un vecino de Boston que llevó a su hijo a su primer partido del equipo local como regalo por su sexto cumpleaños, escribió en Facebook y confirmó a The Associated Press que un aficionado sentado cerca había empleado un epíteto racista para referirse a la persona que cantó el himno nacional. Sorprendido, Hennick le pidió que lo repitiera, algo que el otro hombre hizo.
Hennick llamó a seguridad y el otro hombre, que no fue identificado, fue expulsado. El hombre acusado negó haber utilizado el insulto.
Hennick, que es blanco, acudió al juego con su suegro, originario de Haití, y su hijo birracial.
Kennedy dijo creer que era la primera vez que se vetaba de forma vitalicia a un aficionado del estadio.
“No tiene precedentes, creo, en el béisbol”, señaló. El equipo informó al personal de que no debía permitirse la entrada del aficionado e informó del suceso a la policía.