AL FILO DE LAS NOTICIAS
SANTO DOMINGO. Si los Warriors de Golden State conquistan el título de la NBA, no asistirán a la Casa Blanca. Pero, ¿y si ganan los Cavaliers de Cleveland?, bueno, pues tampoco.
Estas son las razones. LeBron James: “Sé que no importa quién gane esta serie, nadie quiere ir de todos modos” a la Casa Blanca. Stephen Curry: “Estoy de acuerdo con LeBron”.
Todo viene luego de que el presidente Donald Trump declinara recibir a los Eagles de Filadelfia, campeones de la NFL.
Para ser el campeón de la NBA en esta final, se necesitan ver unos cuantos puntos.
Si los Warriors quieren levantar el trofeo Larry O’Brien, su quinteto tiene que mantener el ritmo. Si es al contrario, los abridores de los Cavs deben mejorar hasta superar a sus rivales.
Es un factor determnante. Por lo siguiente: Si lo ha pensado, no se fijen tanto en la banca de los Cavaliers. Para nada. Ahí no hay grandes responsables pues sus estadísticas son muy similares a la de los Warriors de Golden State. Los reservas de Golden State han marcado 50 puntos en los primeros dos partidos y la de los Cavs 44. Después se parecen prácticamente en todo, excepto los rebotes que dominan los de LeBron, 34-18.
La banca no ha sido determinante; la gran responsabilidad está entre los abridores: En puntos, los de los Warriors lideran 196 contra 173; en asistencias 48-31; en triples el porcentaje de los campeones (63-27) es de 42% contra un 36 % de los Cavs (17-47). Visto así, Cleveland necesita mucho más que sus abridores afinen su puntería si es que quiere mejor resultado.
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