TEMPE, Arizona. Aunque Vladimir Guerrero está ansioso de proporcionar capacitación y consejos a los prospectos jóvenes de los Angelinos de Los Ángeles, el retirado toletero dominicano sabe que es difícil enseñar su particular conjunto de habilidades.
El más grande bateador de lanzamientos malos de su generación está disfrutando la oportunidad de intentarlo como un instructor invitado.
“Les he dicho que vean la bola y muevan el bate con fuerza”, comentó Guerrero el sábado. “No puedo decirles que bateen a lanzamientos malos, porque no van a conectarlos”.
Guerrero hizo una pausa en su retiro en la República Dominicana para pasar una semana en el campamento de primavera con los Angelinos. Después de eso se dirigirá a Dunedin, Florida, a ver a su hijo, Vladimir Guerrero Jr., un prospecto de 16 años con los Azulejos de Toronto.
Aunque comenzó su notable carrera en Montreal, donde aún es un ídolo, Guerrero tiene un vínculo profundo con los Angelinos.
Guerrero pasó seis de sus 16 temporadas en Grandes Ligas con los Angelinos, conectando 173 de sus 449 cuadrangulares, participando en cuatro Juegos de Estrellas y ganando el premio a Jugar Más Valioso de la Liga Americana en 2004. Después de jugar una temporada con Texas y una con Baltimore, y de una breve temporada en ligas menores con Toronto, firmó un contrato de un día con los Angelinos y se retiró en mayo de 2014.
Guerrero aparecerá en las boletas del Salón de la Fama por primera vez en diciembre, y aunque no tiene garantizado ser seleccionado en su primera oportunidad, el dominicano suena ansioso por ser el primer jugador que luzca la gorra de los Angelinos en su placa si es escogido. Los Angelinos son la franquicia más antigua de Grandes Ligas sin un representante en el Salón de la Fama de Cooperstown.
“Bueno, ya no hay un equipo en Montreal”, dijo Guerrero. “Pienso que existe una posibilidad de que pueda ser con los Angelinos”.
Guerrero, de 41 años, luce más delgado que cuando dejó a los Angelinos después de la temporada de 2009, pero su personalidad relajada y su sonrisa siempre presente no se han perdido.
Contó que extrañó el béisbol el primer año después de su retiro, pero ya no siente la melancolía de poner jugar. Dedica actualmente la mayor parte de su tiempo a su familia en su casa en la República Dominicana, aunque juega la tercera base cada fin de semana en un equipo de sóftbol llamado Los Locos.
“Aún no tengo el tiempo para ser un coach (de tiempo completo)”, comentó.
Guerrero pasó seis de sus 16 temporadas en Grandes Ligas con los Angelinos, conectando 173 de sus 449 cuadrangulares, participando en cuatro Juegos de Estrellas y ganando el premio a Jugar Más Valioso de la Liga Americana en 2004. Después de jugar una temporada con Texas y una con Baltimore, y de una breve temporada en ligas menores con Toronto, firmó un contrato de un día con los Angelinos y se retiró en mayo de 2014.
“Él fue un gran compañero de equipo”, dijo el manager de los Angelinos Mike Scioscia. “Disfrutó jugar el juego. Jugó con lesiones y lo que diferenció a Vlad fue que jugó a un nivel extraordinario cuando estuvo lesionado, muy parecido a Albert (Pujols). La mayoría de los jugadores tendrían dificultades para desempeñarse; esta gente lo hizo”.