Al coronel retirado Rafael Herrera Peña, jefe de seguridad de Blas Peralta y quien le propuso cambiar el cañón del arma con la que le habrían disparado al exrector Mateo Aquino Febrillet, la Fiscalía le seguía el rastro por posibles vinculaciones al lavado de dinero del narcotráfico, por eso su teléfono estaba intervenido desde el 14 enero.
Gracias a la intervención de ese teléfono es que se descubre el intento de borrar evidencia que vinculara a Peralta con la muerte de Aquino Febrillet.
Se estableció un plazo de 60 días para la ejecución del permiso, es decir que vencía el 15, cuatro días después de la tragedia.
Aunque la orden del juez no establece el nombre de Rafael Herrera Peña, si el de un nombrado Rafelín y el número 809-222-3579, el mismo que le fue ocupado al coronel retirado.
Herrera fue sacado de las filas de la Policía en 2005 por un decreto del Poder Ejecutivo, sin que se conozcan los motivos. Pero, al parecer sus vínculos en la institución eran muy fuertes como para tener acceso a sus armas para cambiar un cañón de un arma.
Según la transcripción de la conversación con Peralta le propone no entregarse antes de resolver eso y lo pone en contacto con la persona identificada como HD, que no está en el expediente.
La orden, firmada por la jueza Arisleyda Méndez Batista, autoriza la captación de imágenes de video y de voz de los asociados a la supuesta organización y además de Rafelín incluye a Ariel, Ayala, Romero, José Castillo, Endy, Diógenes alias Yuyo, Roquelin, Miguel y Dario, a las que Herrera usaría para que retiren dinero de remesadoras.