Tratar de imponer el orden evitando los celulares en las aulas de escuelas y colegios, ha provocado que algunos directores de centros educativos hayan sido sometidos a la justicia o requeridos por el Ministerio de Educación, fruto de las acciones de padres que exigen que a sus hijos no se les limite el uso de los aparatos electrónicos mientras estén en clase.
Gran parte de los centros educativos privados tienen reglas establecidas y les prohíben a los estudiantes, en unos casos, que usen celulares dentro de los centros, mientras que en otros solo se lo permiten fuera de las aulas y mientras están en recreo.
El padre Manuel Ruiz, quien dirige el Colegio San Juan Bautista de la Salle, y las Escuelas Técnicas Profesional Movearte, reveló que fruto de que en esos centros prohíben de manera parcial el uso de celulares, ha tenido que enfrentar sometimientos y llamados desde el Ministerio de Educación.
En los últimos años con el auge del internet y las redes sociales se han generado conflictos por el uso de los celulares en las aulas por parte de los estudiantes.
En ese sentido, el padre Ruiz dijo que mediante acuerdo con los padres, el colegio decidió permitir que los estudiantes del San Juan Bautista puedan usar los celulares en el patio, bajo la advertencia de que si son sorprendidos usándolos dentro del aula son incautados y se les entregan a final de año.
Sin embargo, reveló que a medida que se fueron presentando casos de violación a la medida, que a su vez generaron la incautación de celulares, los afectados han ido iniciando acciones para que se los devuelvan.
“La nueva reglamentación en el San Juan Bautista es que lo pueden usar en la cancha y en las áreas públicas, en el curso nunca y el que use el celular en el aula le es incautado y se le entrega a final de año”, explicó.
Agregó que si el estudiante es reincidente, entonces el próximo año escolar no se le permite la reinscripción. El padre Ruiz considera que un muchacho con un celular sin ningún tipo de restricción tiene todas las herramientas en sus manos para hacer lo que quiera y desconectarse de los estudios o utilizarlo para fijarse en los exámenes y ayudar a otros a que se fijen.
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DEBILIDADES DEL CÓDIGO DEL MENOR
El padre Ruiz apuntó que fruto de los argumentos de muchos teóricos, en los manuales de convivencia que el Ministerio de Educación envía a los colegios, se llegó a escribir que está prohibido expulsar a los muchachos y que no se pueden devolver si llegan sin uniforme. “Esa permisividad que se puede entender en los Estados Unidos, aquí no funciona, si usted no pone norma y se lleva de estar copiando las de otros países, o de influencia y presiones de organismos internacionales, las escuelas se caen”, apuntó.
Dijo que a eso se agregan las debilidades del Código del Menor, el cual dijo que tampoco ayuda a que jóvenes conscientes de lo que hacen puedan pagar por sus acciones. “Por ejemplo, en la normativa última que se mandó a las escuelas del manual de convivencia, está prohibido la expulsión de los estudiantes, entonces no importa lo que el muchacho haga, y lo único que se le puede poner es mandarlo a la biblioteca, pero la biblioteca no puede ser una sanción, porque va a aborrecer los libros”, consideró.