Croacia ha abierto una investigación para aclarar las circunstancias que rodean la adquisición y reparación por Ucrania de 12 aviones de combate soviéticos MiG-21 en 2015, la mayoría de los cuales se han averiado, dando pie al «mayor escándalo en la historia del Ejército croata», recoge RIA Novosti, citando las palabras del observador militar Vladislav Shuriguin.
La empresa estatal ucraniana Ukrspetsexport, especializada en armamento y suministros militares, había ofrecido a Croacia sus servicios para reparar siete cazas MiG-21. Asimismo, el Ministerio croata de Defensa compró a Kiev otros cinco MiG-21, que supuestamente ya estaban reparados y listos para su uso.
Sin embargo, según expone el observador militar, que cita medios locales croatas, estos aviones empezaron a fallar y a romperse, hasta el punto de que, 8 meses después de su devolución del taller, solo tres de los 12 aparatos siguen en funcionamiento.
Shuriguin aclara que el contrato con Ukrspetsexport se firmó en julio de 2013, cuando a Ucrania «se la veía tecnológicamente en forma» para realizar las reparaciones. Sin embargo, a pesar de que el contrato debía cumplirse en 2014, este se fue alargando por más de un año hasta que Croacia recibió un resultado que «la escandalizó».
«Resulta que nadie reparó nada y que Ucrania empezó a cambiar partes de los aviones por otras más viejas, a cambiar números de serie y fechas en la documentación para que pareciesen actuales», añadió.
«Doce aviones suponen una escuadrilla, además de significar una octava parte de las unidades de la Fuerza Aérea Croata», explica Shuriguin, que insiste en señalar a Ucrania como responsable a la hora de «cargarse» estos cazas. «Croacia no tiene dinero para comprar nuevos aviones, por lo que se ve obligada a trabajar con vieja tecnología soviética que conserva en herencia, aunque en este caso ha resultado que Ucrania ha perjudicado a los croatas». concluye.