Marcell Ozuna sigue bajo par en la presente temporada y sucumbe en Atlanta

Comparte si te a Gustado:

AL FILO DE LAS NOTICIAS

SANTO DOMINGO.- Con una media de 26 cuadrangulares y 87 remolcadas entre las temporadas del 2016 al 2020, atar al dominicano Marcell Ozuna por un acuerdo multianual, indudablemente, no parecía una mala idea, pero a lo largo de los últimos tres años, esa apuesta realizada por los Bravos de Atlanta no ha brindado los resultados esperados.

Ozuna llegó al partido del lunes, en el que los Bravos de Atlanta se enfrentaba a su primer equipo en las Grandes Ligas, los Marlins de Miami, con un promedio de bateo de .078, una muestra de la pesadilla que ha sido este inicio de temporada para el “Oso” de los Gigantes del Cibao en la liga dominicana.

Marcell, quien en la temporada recortada por el covid-19, en 2020, finalizó sexto en la votación al Premio al Jugador Más Valioso de la Liga Nacional, al lograr una línea ofensiva de .338, con 18 jonrones y 56 remolcadas, líder en estos dos últimos departamentos, hasta el momento no ha demostrado ser esa clase de bateador para los líderes del Este del mayor de los circuitos.

La dificultad para Ozuna ha sido evidente, logrando apenas cuatro hits en 51 turnos oficiales, es decir, que ha fallado en 47 de las veces que se ha parado en la caja de bateo, lo que indica que ha fallado en el 92% de las ocasiones que ha agotado una oportunidad con el madero (antes del juego de este lunes).

Desde su llegada a las mayores, la principal cualidad de Ozuna ha sido su capacidad de pegarle con fuerza a la pelota y sumar extrrabases, promediando 28 dobles, tres triples y 29 cuadrangulares, para totalizar 60 batazos de más de una base por cada 162 juegos desde el año 2014 y hasta 2020.

Ozuna, quien a sus 30 años continúa siendo un pelotero joven, acumula un doble y dos jonrones en sus cuatro indiscutibles, pero esto, debido a la cantidad de turnos que ha fallado, solo le da un bajo porcentaje de slugging de .216, alejado del .453 que lo ha acompañado durante su carrera de 10 campañas.

El jardinero y bateador designado ha recibido 15 ponches, lo que constituye el 32% de sus fallos.

Ozuna además no ha podido pegar de imparable con gente en posición de anotar, situación en la que se ha ido de 10-0, contando con dos remolcadas en su cuenta, ambas producto de cuadrangulares solitarios.

Estos resultados, junto a sus problemas fuera el terreno y sus lesiones, han sido una carga pesada para el equipo e indudablemente para Ozuna.

A pesar de todo, Ozuna aún cuenta con tiempo para enderezar el barco, para ello tiene el reto de disminuir la frecuencia con la que es retirado por esta vía, del ponche, ajustar su swing, al punto que le permita colocar la pelota en los canales y recuperar la confianza en el plato, para pegarle con fortaleza, como logró hacerlo con anterioridad.

Aunque cuenta con tiempo, debido a que la temporada apenas alcanza algo más de 20 partidos, no menos cierto es que ese tiempo estará sujeto a la recuperación de figuras que han ganado terreno con los Bravos y que se encuentran en lista de lesionados, como el jardinero, ganador del Novato del Año, Michael Harris II o el receptor Travis d’Arnaud, quienes podrían mover la rotación de jugadores y limitar aún más el tiempo de juego de Ozuna.

!Compartir este artículo a través de nuestras redes sociales!

Comentarios

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.