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En Reino Unido se dio una terrible situación. Sophie Pugh, de 27 años, acudió al médico con síntomas compatibles con apendicitis. Ella tenía vómitos, diarrea y mucha presión a la altura del estómago.
Según informó The Sun, se trata de una mujer que lleva una vida con mucho entrenamiento, por lo que estaba acostumbrada a los dolores, aunque un buen día sintió un dolor muy fuerte que creyó que era apendicitis. Sin embargo, el diagnóstico fue terrible: le confirmaron un cáncer de ovario en etapa cuatro.
“Estoy tratando de mantenerme ocupada, aunque estoy empezando a sentirme cansada… Estoy empezando a sentirlo en mis pulmones ahora y me siento inflada dando vueltas a la cuadra”, aseguró a Daily Mail.
Sophie Pugh y sus amigos crearon una página para recaudar fondos con el objetivo de abaratar los costos de las sesiones de quimioterapia.
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