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SANTO DOMINGO.- Al ser la piel el órgano más grande del cuerpo, son múltiples las manifestaciones y alertas que los padres y pediatras pueden percibir en la piel de un niño.
La dermatóloga pediatra Carmen Gloria González destacó que el 20 % de las consultas pediátricas son derivadas de dudas o afecciones en la piel de los niños.
«Estudios demuestran que la piel del recién nacido se encuentra madurando por uno o dos años, tiene una capacidad de absorción cinco veces mayor que un adulto, por eso es de suma importancia que las lociones o emolientes que usamos sean certificadas libres de parabenos, libre de perfumantes, que ayuden a proteger o reparar la barrera cutánea, que contribuyan a mantener el PH natural del niño, y que faciliten la creación de hábitos saludables para cuidar la piel«, destacó la especialista, invitada de honor al más reciente encuentro de actualización que realiza mensualmente la Sociedad Dominicana de Pediatría.
«Debido a los cambios fisiológicos y periodo de transición natural de los niños es frecuente observar cambios en la piel durante la primera infancia. La dermatitis del pañal (pañalitis), dermatitis seborreica, acné neonatal y miliaria o sudamina son algunas de las principales afecciones de la piel en neonatos, siendo en su mayoría benignas y autolimitadas», explicó.
Otras afecciones que también pueden observarse a edades tempranas, pero las cuales se requiere un manejo médico especializado (debido a que pueden tener complicaciones) son los hemangiomas, la dermatitis atópica y las malformaciones vasculares.
En el caso de la dermatitis atópica, esta puede afectar al 15 % de la población. Se manifiesta como lesiones que pican en zonas específicas de la piel, la cual se ve roja descamada y puede tener signos de rascados y heridas.
«Los cambios de color en la piel, la presencia o aparición de manchas (de rosada a amarilla, morada o negruzca y cafés), cambios de textura, pieles muy secas o ásperas, lunares, dermatitis del panal que no mejora en más de tres días, aparición de ampollas o vesículas, pueden ser signos de alerta de deficiencias o alteraciones en la salud de los niños. Estas pueden ir desde condiciones benignas sin importancia hasta infecciones las cuales necesitan evaluación médica», puntualizó González.
La galena dijo que es de vital importancia la consulta de cada producto a utilizar en la piel de los niños antes de aplicarlos, «pues hay una amplia variedad de productos naturales o farmacológicos que terminan siendo irritantes para el neonato».
Afirmó que, en esta etapa, la piel tiene que aprender a regular su temperatura, ya que los bebés no sudan, y debe adaptarse a la exposición a la contaminación, por tanto, su piel es 30% más delgada, con menos capacidad de defensa y una mayor capacidad de absorción.
Evitar aceites y tés
Además, recomendó evitar el uso de aceites y té naturales para sus masajes o hidratación.
«Se ha demostrado que el té verde y la lavanda inciden en el incremento de tejido mamario, así como que el aceite de oliva genera irritación de la piel«, destacó.
Como cierre de su conferencia, González exhortó a los pediatras a fomentar la comunicación con los padres sobre este tema, preguntar sobre los productos y hábitos en este primer ciclo de vida y orientarlos sobre los productos tópicos adecuados acorde a cada etapa de su crecimiento.
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