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MANILA.- El presidente de Filipinas, Rodrigo Duterte, afirmó este martes que los autores materiales del atentado terrorista del pasado domingo en Sulu, en el sur de país, podrían ser “atacantes suicidas”, citando informes de la inteligencia militar.
Dos bombas estallaron con un minuto y medio de diferencia dentro y fuera de la catedral de Joló, capital de la provincia de Sulu, un ataque en el que murieron 22 personas y un centenar resultaron heridas, uno de los más mortíferos de los últimos años en esa convulsa región.
Si se confirma la información proporcionada por el mandatario, sería uno de los primeros casos conocidos sobre un ataque suicida en Filipinas y sería coherente con la reclamación de la autoría por parte del grupo terrorista Estado Islámico (EI) mediante su agencia de noticias Amaq.
Varios supervivientes indicaron que, poco antes de la primera explosión, observaron cómo una mujer escondía la bolsa que contenía la bomba detrás de un banco, aunque hay confusión sobre si vieron a la mujer salir o no de la catedral.
“Explotó. Eso es terrorismo y suicidio. No puedes llevar bolsas de plástico sin que te pregunte el Ejército o la Policía”, indicó Duterte.
Las palabras de Duterte contradicen las últimas declaraciones de portavoces de la Policía y el Ejército, quienes hoy indicaron que las dos bombas fueron detonadas de forma remota, seguramente con un teléfono móvil.
Las Fuerzas Armadas señalaron hoy que están “totalmente seguras” de que Abu Sayyaf, grupo terrorista que ha jurado lealtad del EI, es el responsable del atentado después de analizar los fragmentos de las bombas, fabricadas con nitrato de amonio, un explosivo normalmente utilizado por esa organización.
El Ejército difundió anoche imágenes de las cámaras de seguridad de la zona en las que se ve a uno de los sospechosos segundos antes de la primera explosión usando un móvil con el que se cree que detonó la bomba, por lo que descartaron la tesis de los atacantes suicidas.
En el vídeo identificaron a alias “Kamah”, hermano de un líder de Abu Sayyaf en Sulu caído en combate y experto en bombas, al que se ve en las imágenes huyendo del lugar de los hechos justo después de las explosiones junto con otros tres supuestos miembros del grupo.
Sobre este asunto, el secretario de Defensa, Delfin Lorenzana, apuntó que es posible que el hombre que colocó la segunda bomba, la que explotó en el exterior de la catedral, fuera un “terrorista suicida”.
“La primera bomba que explotó dentro de la iglesia fue aparentemente dejada ahí por una mujer. La segunda bomba que explotó en la entrada un minuto y medio después, puede haber sido un terrorista suicida como lo indican las partes del cuerpo esparcidas por todas partes”, aclaró Lorenzana.
El pasado julio el EI también se atribuyó otro atentado suicida en Basilan, provocado porque el conductor de una furgoneta, probablemente extranjero, detonó un dispositivo cuando militares lo detuvieron en un punto de control, matando a otras diez personas.
Las autoridades filipinas responsabilizaron de ese atentado también a Abu Sayyaf, que se dedican al secuestro y a la piratería.
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