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SANTO DOMINGO. La delincuencia ha segado la vida de tres vigilantes privados en ocho días, mientras que un cuarto el móvil de su asesinato no está claro todavía. Dos de las víctimas fueron ultimados en Bonao, provincia Monseñor Nouel, uno en Barahona y otro en el municipio de Boca Chica, en Santo Domingo.
Los dos guachimanes asesinados a balazos en Bonao, Ramón Lara Carmona, de 62 años, y Pedro García, de 47 años, trabajaban en la dulcería Rodríguez, la cual fue asaltada el miércoles de la pasada semana en momentos en que las víctimas trabajaban.
Por el caso se informó que se detuvo a uno de los victimarios y del cual no se reveló nombre para “no entorpecer las investigaciones”. Tampoco se dio a conocer a cuánto ascendió el robo en el establecimiento, ubicado.
Esta madrugada, también fueron asesinados Santo Mora Alcántara, de 42 años, en el municipio de Boca Chica, y Moisés Rafael Santana Féliz, de 50 años, en una estación de combustibles del sector Pueblo Nuevo, de Barahona, mientras se ganaban el “pan de cada día” protegiendo la propiedad de empresas privadas.
El vigilante asesinado en Andrés, Boca Chica, fue identificado como Santo Mora Alcántara, de 42 años. Su cuerpo fue hallado tirado en un mueble del establecimiento comercial Home Liquor, ubicado en la autopista Las Américas, esquina avenida Mella.
Los investigadores de la Dirección de Investigaciones Criminales de la Policía (DICRIM) presumen que el compañero de trabajo de Mora Alcántara pudo haberlo ultimado, ya que ambos hacían guardia anoche y debían amanecer juntos en su puesto de trabajo, sin embargo se desconoce el paradero del otro vigilante.
Santa Féliz trabaja en la estación de combustibles de Texaco y recibió un disparo en el abdomen que le segó la vida casi al instante tras resistir un atracó, cuyos autores cargaron con su arma de fuego.
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