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Un grupo de astrónomos logró detectar por primera vez señales relacionadas con la aparición de las primeras estrellas aparecidas hace 13.600 millones de años, poco después del nacimiento del universo, indica un informe publicado el miércoles por la revista Nature.
Aunque estas señales, obtenidas gracias a un pequeño radiotelescopio en Australia, todavía tienen que ser confirmadas con otros instrumentos, su intensidad deja suponer que en sus primeras decenas de millones de años el universo se enfríó más rápido de lo que se pensaba hasta ahora.
Este descubrimiento podría llevar a revisar los modelos cosmológicos en vigor y podría ayudar a comprender mejor el misterio de la materia oscura, invisible para los telescopios.
“La aparente detección de la señal de las primeras estrellas en el universo será un descubrimiento revolucionario”, dijo Brian Schmidt, premio Nobel de física en 2011, que confesó se “excitación” por el descubrimiento.
“Hay que ser muy prudente”, dijo a la AFP Benoit Semelin, un astrofísico del Observatorio de París. “Pero si se confirma la observación, es un gran descubierto porque implicará cambiar los modelos sobre el nacimiento del universo”, afirmó.
Según los datos del estudio publicado en Nature, el principio del universo fue más frío de lo que se pensaba hasta ahora, alrededor de -270 grados centígrados.
Según el autor del estudio, Rennan Barkana, de la Universidad de Tel Aviv, la baja temperatura se puede explicar por la interacción de la materia ordinaria con la materia oscura.
“Si se confirma la idea de Barkana, habremos aprendido algo nuevo y fundamental sobre la misteriosa materia oscura que forma un 85% de la materia del universo”, dijo Judd Bowman, un astrónomo de Universidad del Estado de Arizona, el investigador principal del proyecto.
En 2013 datos del satélite Planck mostraron que la materia ordinaria —la que forma todo lo que vemos y tocamos— sólo representa un 4,9% de la composición del universo mientras que la materia oscura supone el 26,8%. El resto (68,3%) es energía oscura.
La materia oscura, invisible a los telescopios, se detecta gracias a su fuerza gravitacional que atrae a otros objetos del cosmos.
Sin embargo su existencia no se puede explicar con el llamado Modelo Estándar de la física de partículas, la teoría que explica las partículas fundamentales que forman y gobiernan la materia.
El descubrimiento de partículas de materia oscura obligaría a actualizar el Modelo Estándar con teorías como la de la “supersimetría”, que afirma la existencia de partículas hermanas a las de nuestro universo, en otras dimensiones.
“Los astrónomos de todo el mundo aguantarán la respiración hasta que se confirme el resultado con un experimento independiente”, dijo Karl Glazebrook de la universidad Swinburne de Tecnología, en comentarios publicados por el Science Media Centre de Australia.
Los científicos creen que durante unos 400.000 años tras el Big Bang el universo era opaco, principalmente lleno de hidrógeno. Poco a poco la gravedad llevó a las regiones de gas más denso a formar las estrellas, según la School of Earth and Space Exploration de la Universidad del Estado de Arizona.
Las señales detectadas en el estudio provienen del hidrógeno primordial, en una época en que la luz de las primeras estrellas hizo detectable el gas por primera vez.
Tanto el Sol como el Sistema Solar fueron formado unos 9.000 millones de años más tarde.
Las estrellas fueron la fuente de todos los elementos más pesados del universo, incluidos los que hacen posible la vida.
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