AL FILO DE LAS NOTICIAS
SANTO DOMINGO.- A pesar de que al inicio no contaban con el apoyo de sus familias y amistades, y de todas las trabas encontradas en el camino, la labor altruista de los miembros de la Defensa Civil se pone de manifiesto al exponer su integridad física en cada momento que se requiere su ayuda al prójimo.
Para los rescatistas, su labor marca cada paso, no se atemorizan ni sienten repulsión al levantar un cadáver, sacar a un ahogado, asistir en el tránsito o cualquier otra acción a la que están acostumbrando.
El señor Máximo Antonio Jiménez, de 53 años, quien lleva 28 años sirviéndole a la Defensa Civil de voluntario, no ve la institución como una labor, sino como parte de su familia.

“Yo dije desde que entre que en mi sangre corre la familia biológica del lado derecho y en el lado izquierdo la familia de la Defensa Civil”, expresó al sentirse orgullo del trabajo que realiza.
Las críticas y la falta de apoyo no han logrado desanimarlo, ya que entiende que lo que da por un lado de forma desinteresada, Dios se lo devuelve en bendiciones multiplicadas por otro lado.
Desde que tenía 25 años sintió que su vocación por servir era más poderosa que cualquier otra situación que se le presentara, y aunque puso en riesgo varios matrimonios, nunca pensó abandonar su labor que lo hace “inmensamente feliz”.
Don Máximo Jiménez está consciente de que su trabajo es peligroso y difícil, pero asegura que el deber cumplido es la mejor satisfacción y la mejor paga que puede recibir cualquier rescatista.
Para el joven José Rafael Rosario Reyes, de 21 años, hacer esta labor no es posible, sino nace del corazón y sin esperar nada a cambio. Siente que cada colaboración que brinda es como un rayo de luz en medio del oscuro día a día que se presenta.
Comentó que en los miembros de la Defensa Civil pudo observar el amor, la entrega y el entusiasmo por parte de cada voluntario y el compañerismo que brindan sin mirar a quién.
“Muchos me dicen a mí, tú en los días que otros festejan tú estás trabajando, y yo le digo sí, porque yo tengo un compromiso y un mandato que la sociedad me llama a cumplir con la población. Si la población va a disfrutar, mi compromiso y mi deber es cuidarla y protegerla”, manifestó.
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