Que Nintendo dejara de producir la golosa consola NES mini en plena era nostálgica tenía que haber una razón. Tenía que haberla porque ha cautivado al público pese a lo limitada de su propuesta. La veterana firma japonesa ensaya con una reproducción de menores dimensiones de otra de sus célebres plataformas, la Super Nintendo Mini.
Según desvela el medio especializado «Eurogamer», el lanzamiento de esta plataforma de juegos en versión «mini» se producirá a final de año coincidiendo con la campaña navideña, generalmente de grandes compras. Se cree que ya se encuentra en fase de producción, pero se desconoce finalmente si será efectiva la propuesta y los videojuegos disponibles en su debut.
Aunque el catálogo está por ver, no sería descabellado tener la oportunidad de ver célebres títulos como «Super Metroid», «Super Mario Kart», «Super Mario World», «Earthbound» o «Star Fox», que vendrán preinstalados al igual que la réplica de la NES mini y listos para jugar tan solo conectándola a una pantalla. Algunos lanzamientos de la época como «Street Fighter II», «Donkey Kong Country» o «Zelda: A Link to the Past» también tendrían sentido recuperarlos.
La consola, que debutó en 1990 y se dejó de producir nueve años después después de vender 49 millones de unidades, logró una gran acogida en la época de los 16 bits y compitió con otro equipo muy añorado, la Mega Drive, de Sega. Se sospecha que la SNES Mini no sufrirá los mismos problemas de inventario de la NES mini, que estuvo agotada al poco tiempo de ponerse a la venta y disparó la reventa de un producto cuyo precio rondaba los 60 euros.
La Super Nintendo original contaba con un procesador relativamente poco potente, Ricoh 5A22 basado en el procesador WDC W65C816 de 16 bits que funcionaba a una velocidad de reloj de 1.79 MHz, pero cuya arquitectura era muy novedoso en la época. Disponía de una memoria RAM de 128 KB, los juegos se ejecutaba por cartuchos.