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SANTO DOMINGO.- Nelson Feliz Miranda Hermida tenía 32 años cuando, el 24 de diciembre de 1978, cometió su primer feminicidio. La víctima era su esposa Ana Argelia Abreu, con la que procreó un hijo.
Un bala le bastó al verdugo para cegar la vida de la joven madre, a la que había sacado de la casa para llevarla al salón de belleza ese Día de Nochebuena.
Los sueños de ella se apagaron, pero él siguió su vida normal, portando arma de fuego y con nueva familia, a la que también destruyó.
47 años después se da la reincidencia, por partida doble. El pasado domingo 12 de octubre, en su residencia del sector El Millón, en el Distrito Nacional, Miranda Hermida ultimó a tiros a su esposa Mayra Martínez Romero, de 65 años, y la madre de esta, Doris Romero, de 86 años.
Miranda Hermida, de 79 años, usó la misma arma para acabar con su vida. Primero hizo una llamada de urgencia a sus hijos para que fueran a la residencia. Fue uno de sus vástagos que encontró los cuerpos.
¿Quién recrea el feminicidio de hace 47 años?
El doble feminicidio consternó a la sociedad dominicana y a unos vecinos que dijeron nunca habían escuchado discusión en esa residencia, por lo que percibían una familia sin violencia, según dijeron a la prensa.
Esto recrea la tragedia de 1978. Félix Antonio Abreu, se identifica como hermano de Ana Argelia Abreu, la mujer a la que Miranda Hermida le quitó la vida un Día de Nochebuena y dice que éste solo cumplió solo tres o tres años y medio, de los siete a los que fue condenado.
“No sé si se valió de alguna influencia”, pero sol cumplió tres años y medio de la condena.
Abreu hizo un llamado a su sobrino, hijo de su hermana fallecida, para que se acerque a la familia. “Hemos querido reseñar eso porque como se dio este caso, que creemos no debió haber sucedido un hecho de esa naturaleza ¿Cómo una persona con así puede estar portando arma y puede estar haciendo vida común? Hoy en día se perdieron dos vidas, y pudieron haber sido más si hubiera habido más personas en la residencia”, lamentó el hombre.
Los casos de violencia intrafamiliar constituyen una especie de epidemia sin control en República Dominicana, con decenas de mujeres fallecidas, cada año (desde enero a la fecha suman unas 50), también otros miembros de la familia pierden la vida y que muchas veces los verdugos se suicida.
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