El aparato, que hacía el vuelo 987 con más de 200 pasajeros a bordo, botó parte del aceite en la pista de aterrizaje, lo que provocó que otro vuelo que venía de New Jersey con 180 pasajeros, fuera desviado a Punta Cana.
El piloto vio una luz que se encendió en el tablero, indicando que los frenos hidráulicos tenían inconvenientes, por lo que se comunicó con la torre de control.
De inmediato se activó el plan de emergencia, donde participaron bomberos, médicos, paramédicos, miembros de la Defensa Civil y personal de la empresa Aeropuertos Dominicanos Siglo XXI (Aerodom).
La aeronave, un Boeing 777, fue recibida en el área de rampa del AILA, donde está siendo reparado.
Mientras que el vuelo 1470 de United Airlines, que fue desviado a Punta Cana aterrizó sin contratiempo.