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EEUU.- El Departamento de Justicia de los Estados Unidos informó que cuatro dominicanos que fueron extraditados por su presunta participación en una red transnacional de estafa tipo “call centers”, que habría engañado a cientos de adultos de la tercera edad, están a la espera de un juicio, luego de comparecer ante un tribunal federal en Boston.
Los imputados son Óscar Manuel Castaños García, de 33 años, Joel José Cruz Rodríguez, alias Paflow de 33 años; Edward José Puello García de 45 años y Joel Francisco Mathilda León de 26. Todos ellos fueron arrestados en agosto pasado en República Dominicana y la extradición se hizo efectiva el 30 de septiembre.
Según el documento, los dominicanos comparecieron ante un tribunal federal de Boston el 1 de octubre y están a la espera de que comience un juicio.
La investigación del Buró Federal de Investigaciones (FBI) logró identificar a más de 400 víctimas con una edad promedio de 84 años, incluidas al menos 50 en Boston, Massachusetts y pérdidas que superaron los 5 millones de dólares.
En mayo de 2024, un gran jurado los acusó de conspiración para cometer fraude postal y electrónico, así como conspiración para lavado de dinero.
Cómo operaba la red
El esquema funcionaba bajo el conocido método de la “estafa del nieto”. Primero, un operador (“opener”) llamaba a una persona mayor fingiendo ser su nieto y asegurando que había sufrido un accidente o enfrentaba problemas legales.
Luego intervenía un “closer”, quien continuaba la conversación haciéndose pasar por un abogado o una autoridad y solicitaba dinero de manera urgente.
Según el expediente, a las víctimas se les indicaba entregar el dinero a un conductor de servicios de viajes compartidos, quien, sin saberlo, lo pasaba a los “corredores”.
“En otros casos, las víctimas enviaban dinero por correo a direcciones específicas. Algunas víctimas eran llamadas varias veces para pedir más dinero, alegando una ‘confusión’ o nuevos cargos”, explicó el documento de prensa de la Fiscalía.
Lavado de dinero
El informe también detalla que, en ciertos casos, los estafadores coordinaban con los conductores para que transportaran a las víctimas hasta sus bancos y así retirar más fondos. El dinero obtenido “fue blanqueado” y posteriormente enviado a la República Dominicana, según la investigación estadounidense.
“Los operadores del esquema dependían de lavadores de dinero en los Estados Unidos y la República Dominicana para transmitir las ganancias de las víctimas en los Estados Unidos a Castaños García y otros en la República Dominicana”, precisó el Departamento de Justicia de Estados Unidos.
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